Con motivo del 55 aniversario del Grupo VAPF, estamos recordando a algunos de los componentes más importantes de nuestro equipo. Queremos empezar con Mónica Ribes, una persona que lleva más de 40 años trabajando con nosotros y compartiendo la ilusión por Grupo VAPF.

 

¿Cómo empezó tu historia con VAPF? ¿Cuál fue tu primer trabajo?

Buscaron a mi padre para trabajar en una empresa del grupo, y a la vez entré yo en el departamento de contabilidad. Mi primer trabajo fue archivar albaranes para comprobar las facturas de los proveedores antes de contabilizarlas.

Tuviste que compaginar tu trabajo con tus estudios, ¿fue difícil?

Sí, trabajaba todo el día y luego cuando salía me iba a una academia para realizar una especie de formación profesional. Tenía 16 años y estuve 3 años trabajando y estudiando a la vez. Fue una etapa difícil, pero era joven, y sencillamente había que hacerlo y me gustaba.

¿Qué trabajos has desempeñado dentro de la empresa del Grupo VAPF? ¿Cuál ha sido tu preferido?

En VAPF he pasado por todos los departamentos menos el de ventas. En contabilidad es donde más tiempo he estado, y después estuve en dirección. En 1977 me llamó el señor Soliveres para que fuera a dirección para trabajar como secretaria y además llevar la gestión de clientes y de agentes. Siempre me han gustado todos los trabajos que he desempeñado.

Imagino que en tantos años habrás vivido muchos momentos malos y buenos dentro de la empresa, ¿cuáles destacarías?

El peor momento fue en 2016 cuando fallecieron con diferencia de un mes, mis dos queridos jefes. Me emociono al hablar de ello porque estuve muchísimo tiempo con ellos y siempre los llevo en mi corazón.

El mejor momento fue cuando me regalaron, en Navidad de 2007, un crucero por el Mediterráneo para dos personas por los 35 años trabajados en la empresa. Tuve la suerte además de compartirlo con mi marido, por supuesto, y con el encargado general de obras, Francisco Argudo, que también celebraba su 40 aniversario, y su esposa. Lo pasamos genial y fue precioso.

Conforme fueron pasando los años, formaste tu propia familia¿cómo fue compatibilizar el trabajo con el cuidado de los niños?

Pues, haciendo malabares como todas las que trabajábamos. En aquella época tenía la gran suerte de tener a mi madre, que es la que se quedaba con mi hija mientras yo trabajaba. Aunque he sido una persona que ha intentado siempre llevarlo todo a la vez.

¿Resaltarías algún momento decisivo para ti dentro de la empresa?

El unirme al departamento de dirección y empezar a trabajar para el señor Soliveres y el señor Polo; y luego con su hijo Pedro, y más tarde con su otro hijo Bernardo.

¿Qué es lo mejor de trabajar para el Grupo VAPF? ¿Qué te ha aportado a nivel personal?

Lo mejor de trabajar con Grupo VAPF es la estabilidad y la cercanía tanto física como en el trato con mis jefes. A nivel personal, el trabajo me ha aportado formarme y crecer como persona.

En el Grupo VAPF se dan premios por cada década cumplida trabajando en la empresa. ¿Cómo se viven estos reconocimientos?

Cuando se cumplen 10 años en la empresa, VAPF regala un viaje de 5 días; y a los 20 años un crucero de 7 días. Como ya os he contado, a los 35 años a mí me regalaron el crucero para dos personas que fue una experiencia increíble; y a los 40 años me regalaron un circuito por Noruega para dos personas que me hizo mucha ilusión porque siempre había querido ir y me encantó. Además, todos estos viajes los disfrutamos fuera del periodo de vacaciones.

¿De qué te sientes más orgullosa tras tantos años de trabajo?

Del trabajo que he desempeñado, de la formación que he recibido, de los compañeros que he tenido y del éxito de la empresa.

¿Nos podrías contar alguna anécdota interesante del día a día en el trabajo?

Cuando cumplí los 60 años mis compañeros del Grupo VAPF me hicieron una fiesta sorpresa de cumpleaños en la oficina. Llegué a las 9:00 de la mañana y estaba todo decorado con globos y una pancarta, además me hicieron unan corona de cumpleañera. Fue algo muy emocionante, sobre todo, cuando el fundador de la empresa vino expresamente a verme y me cantó cumpleaños feliz.

¿En qué oficinas trabajabas cuando entraste a trabajar para el Grupo VAPF? ¿Cómo han cambiado a lo largo de los años?

Las oficinas de VAPF siempre han estado en el mismo edificio, un bloque con 6 plantas íntegras de la empresa. Cuando entré era un edificio nuevo con muebles preciosos. La verdad es que siempre hemos tenido la suerte de trabajar en un sitio bonito. Fueron pasando los años, y en 2.012 reformaron dos plantas enteras. Se han quedado unas oficinas preciosas con aún más luz que antes; son diáfanas, con cristales de separación y muy modernas. Y ahora van a continuar remodelando las demás plantas.

¿Qué es lo que más te gusta del Residential Resort Cumbre del Sol?

Lo que más me gusta de Cumbre del Sol es que es montaña y playa; además tiene un colegio internacional, y unos servicios excelentes. No hay postes ya que todo el cableado de la electricidad es subterráneo, una lucha que tuvo el señor Soliveres, pero que solucionó y ha quedado genial. Tienen unas vistas preciosas, y todas las casas son increíbles, ya no os hablo de las de lujo. Tienen unos acabados y unos materiales muy buenos, y me gustan muchísimo. Todos tienen amplios ventanales y grandes terrazas. La playa de Cumbre del Sol es muy bonita, tiene la bandera azul, no digo más.

De joven iba mucho a Cumbre del Sol. A veces acabábamos de trabajar y nos íbamos a comer, a la playa, me tiraba en la cueva que hay al lado… Siempre que he ido ha sido para pasarlo bien y ha sido estupendo.

¿Cuál es tu casa preferida o el proyecto preferido que ha realizado el Grupo VAPF?

Tengo varias casas preferidas: 118 Olivos, 37 Jazmines, 13 y 14 Lirios, y 125 y 126 Magnolias. Me gustan mucho porque los acabados han quedado geniales, y me parecen casas preciosas. Actualmente, estamos desarrollando el proyecto de Blue Infinity, con unas vistas increíbles.

Ya que este año es el 55 aniversario del Grupo VAPF, ¿cuál dirías que es su mayor logro?

Mantenerse actualizado y saber adaptarse a los nuevos tiempos, y salir reforzado de las distintas crisis económicas que han habido.

Actualmente ¿qué trabajo desempeñas dentro de la empresa?

Como en febrero me aprobaron la jubilación parcial, terminé de trabajar a tiempo completo en el departamento de administración. Ahora solo trabajo 10 horas a la semana, y lo que estoy haciendo es apoyar y dar formación a los nuevos compañeros.

¿Crees que echarás de menos la empresa cuando te jubiles, después de tantos años?

Claro, porque son muchos años y tengo muy buena relación tanto con los compañeros como con los jefes. Me mantendré en contacto, por supuesto, y acudiré a los almuerzos que se organizan cuando cumplimos años, ¡no me los quiero perder!

 ¿Cómo ves el futuro de VAPF?

Ahora dirigen el grupo Pedro y Bernardo Soliveres, los hijos del señor Soliveres, y siempre he pensado que ha tenido mucha suerte con éstos, porque han querido continuar su legado y lo han mejorado también. Sé, porque el señor Soliveres me lo decía, que estaba muy orgulloso de ellos, y la verdad es que tenía motivos para ello. Con unos directores así, solo puedo decir que al Grupo VAPF le espera un futuro lleno de éxitos.